Cientos de personas de las diferentes Comunidades Eclesiales de Bases de El Salvador (CEBES), se dieron cita este 04 de agosto en San Esteban Catarina, Departamento de San Vicente, para conmemorar el Aniversario del martirio del sacerdote Alirio Napoleón Macías.
Alirio nació el 10 de noviembre de 1941, años más tarde cursó el Seminario Pío XII y San José de la Montaña, del que llegó a ser Rector. Fue ordenado sacerdote el 21 de marzo de 1965.
Perteneció a la generación de sacerdotes que desde fines de los años sesenta, inspirados en la Teología de la Liberación y su opción preferencial por los pobres, se destacaron en el trabajo pastoral de concientización y organización de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs).
Alirio nació el 10 de noviembre de 1941, años más tarde cursó el Seminario Pío XII y San José de la Montaña, del que llegó a ser Rector. Fue ordenado sacerdote el 21 de marzo de 1965.
Perteneció a la generación de sacerdotes que desde fines de los años sesenta, inspirados en la Teología de la Liberación y su opción preferencial por los pobres, se destacaron en el trabajo pastoral de concientización y organización de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs).
Este año en el marco de un nuevo Aniversario de Alirio, Esperanza de Carrillo, originaria de San Esteban, quien compartió el trabajo pastoral con el sacerdote manifiesto que “él comenzó preocupándose por formar grupos para coros porque aquí estaba bien muerto todo, entonces él llego a despertar la mente de la gente, nos encariñamos y confiamos en él porque veíamos su inquietud, su trabajo y aprovechamos nosotros a incorporarnos a la pastoral, a formarnos como catequistas y celebradores de la palabra”.El padre Alirio fue un hombre dedicado a la causa de su pueblo y de un gran sentido religioso de oración, “como buen pastor comenzó a visitar los caseríos y cantones haciendo lo mismo que hacía en la parroquia”, recuerda Carrillo.También realizó retiros espirituales, donde no solamente se trataban temas religiosos, si no que se discutía sobre las necesidades inmediatas de las comunidades, que vivían en extrema pobreza. Como una forma de contrarrestar dicha pobreza en las comunidades, el P. Alirio “creo proyectos de salud, agricultura, alfabetización, de luz y de agua… el P. Macías se condolía, el era de los pobres y hacia todo lo que podía por nosotros. Gracias a su esfuerzo tenemos todo esto”, afirmó Carrillo.Pero todo el trabajo pastoral que Alirio realizó le costó la vida. El 04 de agosto de 1979, mientras se dedicaba como buen sacerdote a limpiar el altar y la Iglesia; se dio cuenta que ya estaban los que lo iban a martirizar frente al templo.De acuerdo a los testimonios de los testigos el padre señaló: "Son judiciales, ¡cuidado! Y al poco momento disparaban las armas dentro de la iglesia, fingiendo una visita íntima a él. El padre Alirio cayó acribillado entre la sacristía y el altar. Su querida mamá, con la angustia de esta situación, corrió y dice que todavía lo vio abrir los ojos. De su nariz salían dos chorros de sangre, y murió... El asesinato del padre Alirio, como muchos otros cometidos antes y durante la Dictadura, nunca fue investigado a profundidad, por lo que continúa en la impunidad hasta hoy.Sin embargo a 30 años de su martirio su presencia continúa viva en las comunidades de bases, no solo por recordarlo, sino por vivir como comunidades, por reencarnar de alguna manera el testimonio profético que nos deja el P. Alirio Napoleón Macías.
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